domingo, 14 de septiembre de 2008

CUBA: Tierra de Sorpresas


Hoy día, todo el mundo habla de las ONGs y ya no es un término extraño en nuestro vocabulario. No se si están de moda o no, pero lo que si es cierto, es la labor tan esencial que hacen en determinados momentos en nuestro país y fuera de él. En catástrofes acaecidas en los últimos años como la del huracán Mitch en Centro América o las inundaciones de Mozambique o Venezuela, las ONGs han tenido un papel muy importante y a nivel social una fuerte resonancia.

Pero debemos fijarnos en la labor del día a día, que en definitiva es la fundamental para que estos países vayan teniendo unos mínimos, que si bien no van a resolver todos sus problemas si van a contribuir a que sean más llevaderos. Todo esto me lleva al viaje que realicé este verano pasado a Cuba con una ONG (Solidaridad Internacional Andalucía, Si) que esta realizando diversas campañas en varios países de Centroamérica y Sudamérica. El proyecto que se desarrolla en Cuba abarca la rehabilitación de las fachadas del conjunto histórico de Guanabacoa en la ciudad de la Habana, así como la ayuda humanitaria. Este año era su cuarta campaña consecutiva.

Si hablamos de Cuba, la mayoría de la gente piensa en una isla paradisíaca en el Caribe, en Fidel Castro, en los balseros que cruzan a Florida, en el bloqueo que sufre por parte de E.E.U.U. y en que es un País de los llamados del “Tercer Mundo”. Si encima vas con una ONG a realizar una labor humanitaria todo se idealiza aún más, por un lado a lo de viajar a un país exótico se le añade el que vas a ayudar a los cubanos. A esto último voy, mi labor fue la de pintar casas en el barrio de Guanabacoa, sin embargo yo recibí mucho más de ellos de lo que yo les pude ofrecer. Con una brocha y en unos pocos días no se pueden tapar décadas de sufrimiento y miseria.

El grupo de Solidaridad Internacional(cada quincena durante los meses de julio y agosto)lo formábamos unos treinta, la mayoría Andaluces y de diferentes edades. Había desde estudiantes hasta profesores, médicos, administrativos, abogados, amas de casa... que se ofrecían a cambiar sus vacaciones convencionales por otras donde iban a colaborar pintando a cambio de comida y alojamiento, además de tener la oportunidad de viajar por Cuba.

Por medio de mi exposición pretendo hacer un pequeño recorrido por esta apasionante y enriquecedora experiencia.

Verano del 2000